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Entendido
Como cuando te comprás ropa nueva, zapatillas o cualquier aparato tecnológico buscás cuidarlo de la mejor manera, con el mate pasa exactamente lo mismo.
El imperial destaca por su aspecto, es llamativo. Cuando lo recibís el cuero y la virola tienen brillo propio, pero, ¿cómo podemos mantenerlo a lo largo del tiempo? Es muy fácil si lo tomamos como un hábito diario, semanal y mensual.
El hábito diario tiene que ser el de limpiar y secar nuestra calabaza, por más que sea la parte interna y no tenga que ver tanto con la estética, es lo más importante del mate. Vaciar el mismo posterior a su uso, mojar un poquito la calabaza para que no queden restos en el fondo o pegados a los costados, y secar al sol o con una servilleta para absorber todo el agua, termina siendo la mejor práctica para que nuestro mate se preserve de la mejor manera.
El hábito semanal tiene que ser con un blem o con un poquito de cera pasarle al cuero del mate. Le da brillo, le devuelve vida a esta parte del mate. Tardás entre 2 y 3 minutos, y la diferencia se nota y mucho.
El hábito mensual tiene que ser el de tomar un limpiador de metales y con una franela o servilleta -recomiendo más esta segunda porque quita todo de mejor manera- pasarle a la virola, a la cinta y a todas las parte de alpaca del mate. Paciencia, entre 15 y 20 minutos para retomar todo ese brillo que deseamos que tenga nuestro mate.
Parece una pavada, pero volverlo hábito permite tener un mate siempre renovado, tal cual lo recibimos y con una estética óptima. Mimemos a nuestro fiel compañero!
